El pasado 11 de septiembre falleció el Padre Vicente Domingo, cmf, nuestro asesor. Nos había venido acompañando desde hace tres años mostrando siempre su interés y cariño por el Movimiento y nuestra comunidad.
Ya desde los orígenes del Movimiento, cuando este comenzó a concebirse, Vicente mostró su apoyo, pues estuvo muy cercano en cuanto a sintonía y proximidad al pequeño grupo que se creó en Zaragoza, origen de nuestra actual comunidad.
A lo largo de los sucesivos servicios que ha ocupado en la Congregación de los Misioneros Claretianos, bien desde la prefectura de apostolado de la antigua provincia de Aragón hasta provincial de la misma, su afán por promover y fomentar el Movimiento ha sido manifiesto, incluso a alguno de nosotros nos ha acompañado en diferentes viajes para ver si podía surgir algún grupo que compartiera vocación y carisma con todos nosotros, e igualmente, animaba a otros compañeros religiosos, a que tuvieran presente el Movimiento como un cauce de unión entre seglares y religiosos para poder llevar a cabo juntos una misión compartida, todos con el mismo carisma del Padre Claret.
Su participación en alguna de nuestras asambleas y encuentros formativos le acercaban a las nuevas realidades de los grupos y comunidades y le animaban a seguir en esta labor constante de acompañamiento y promoción. Participó en la Asamblea Bética-Norte de 2009, encuentro entre las dos regiones de España.
Los últimos meses de su vida han sido duros para todos, pero especialmente para él, que en poco tiempo vio como pasaba una dura enfermedad que le impedía cumplir con su trabajo, sus sueños, en definitiva su vocación. Puesto en manos de Dios y del Inmaculado Corazón de María, estamos seguros que no se sintió abandonado en ningún momento y que ha sido acogido con los brazos abiertos para que, desde su lado, nos siga alentando a todos nosotros.
Gracias Vicente por todo ello.
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