domingo, 17 de febrero de 2013

Encuentro de Familia Claretiana en Sevilla con el obispo auxiliar D Santiago Gómez

El día 2 de febrero, en el aniversario de atentado de Holguín, los Seglares Claretianos de Sevilla (R Bética) convocan anualmente un encuentro de Familia Claretiana. Este año acudió como invitado excepcional el obispo Auxiliar de Sevilla D. Santiago Gómez Sierra, quien había expresado su deseo de conocer y compartir más de cerca con los seglares de la zona. Seglares Claretianos, Misioneros y Misioneras Claretianas y Filiación Cordimariana disfrutamos del encuentro. Publicamos la crónica redactada por la Comunidad de María.


¿Pero estuvisteis bien o en familia? ¡Pues las dos cosas!. 

El pasado día 2 de Febrero, tuvimos en Sevilla el encuentro de toda la familia claretiana de Sevilla organizada por el Movimiento de SS.CC. a la que acudió nuestro obispo auxiliar D. Santiago Gómez Siera. Con esta especial celebración de la Palabra, lo que se pretendía era el encuentro de la familia claretiana conmemorando el atentado de Holguín, pero también, dar a conocer al Obispo los miembros y actividades de nuestra familia. 

Todos (misioneros, claretianas, filiación y seglares) nos habíamos preparado de manera que pudiéramos presentar al obispo nuestras comunidades, quiénes éramos y qué hacíamos. Algunas comunidades intentamos poner nuestra mejor cara, otras fueron mucho más espontáneas, hubo quién se decantó por la solemnidad pero también hubo espacio para las risas (¡y bastantes además!). 
Dios no llama a los mejores, sino a los que más le necesitan. En aquella sala, estábamos toda la familia, con sus miembros, débiles e imperfectos…pero se respiraba a Dios. Se respiraba las ganas de fraternidad, de comunión, de trabajar por Evangelio, de vivir con Dios y desde Dios. Todos llamados a caminar de la misma forma, bajo el ejemplo de Claret, con la misión de hacer vida el Evangelio cada día. 

Y así nos lo hizo saber el Obispo Auxiliar D. Santiago. Un hombre cercano, sencillo, divertido….¡un hombre de Dios!. Las palabras que nos dedicó fueron motivadoras, haciéndonos caer en la cuenta de que estamos aquí y ahora, en tierra de misiones. Destacó la importancia de la comunión de toda la Iglesia, de todas las vocaciones, el volver a centrarnos en la raíz, en lo que nos une, para juntos… poder conseguir el fin al que está llamada la Iglesia: ¡Evangelizar!

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