Teniendo presentes que “El carisma claretiano implica una puesta al servicio de los demás de nuestros bienes”, la motivación introductoria del encuentro nos decía así:
“Iniciamos este encuentro de espiritualidad, inmersos en el año de la Fe. Este año supone un recuerdo de que la “Puerta de la Fe” está siempre abierta para nosotros y podemos cruzar su umbral siempre que anunciemos la Palabra de Dios y nuestros corazones se dejen plasmar por la Gracia que transforma. Es también una invitación a una auténtica conversión al Señor. La Fe que actúa por el Amor se convierte en un nuevo criterio de pensamiento y de acción que cambia toda nuestra vida. Dejarnos llenar del Amor de Cristo que llena nuestros corazones y nos impulsa a evangelizar. De forma especial, se nos invita a reflexionar sobre la fe para ayudar a todos los creyentes a que su adhesión al Evangelio sea más consciente y vigorosa, especialmente en este momento de profundo cambio que la humanidad está viviendo.
La situación actual de crisis, en su más amplio sentido, puede ser una oportunidad para que los cristianos cambiemos algunas “reglas del juego”. De una manera especial, todos los cristianos en general, y los Seglares Claretianos en particular, por nuestro carácter misionero apostólico e insertos en el mundo, tenemos algo que decir, es nuestra oportunidad para que las cosas cambien a la luz del Evangelio, que la sociedad, la realidad temporal que nos toca vivir, vuelva su mirada a la persona; que ésta esté en el centro, volver a poner todo lo material al servicio del ser humano; mejor aún, siguiendo el estilo de Jesús, poner todo lo material al servicio del hermano que vive alguna situación de injusticia o de exclusión.
En definitiva, a la luz del Evangelio, concretado en nuestro Ideario, los Seglares Claretianos tenemos mucho que decir , compartir y vivir en este Año de la Fe, en estos tiempos de crisis, por ello queremos que este día sirva para compartir como estamos viviendo la situación económica, social y de valores actual, cómo nos aflige la realidad del día a día y sobre todo que respuesta transformadora y constructora del Reino estamos dispuestos a dar, desde el marco de nuestro Ideario, nuestro vivir comunitario, y nuestro estar insertos en el mundo"
A continuación, se rezó un Rosario donde las meditaciones de los Misterios habían sido escrito por un seglar claretiano desde su experiencia personal. Se trata de un hombre casado, con hijos, a quien se le ha hundido su empresa. Esta situación afectó bastante a su familia y a él mismo, ya que sintió fracasado por no poder ofrecerles lo que hasta ese momento.
Seguidamente, la reflexión por grupos provocó el compartir tanto las experiencias y vivencias de cada uno, en este tema, de forma directa o indirecta. En un segundo momento se trabajó cómo estamos llamados a poner luz a nuestra vivencia de la situación, compartiendo desde lo que Dios nos dice en este momento
El fruto del trabajo se presentó al Señor en la Eucaristía. Durante el encuentro que se celebró en Loja tuvo lugar el rito de admisión de la comunidad de Pentecostés (Somontín, Almería) Son ocho miembros, para los que resultó un momento muy emotivo. Además de los miembros de las comunidades y el Consejo Regional, estuvieron acompañados por Felipe, su párroco.
Finalmente, una comida fraterna rica en compartir alimentos y fraternidad, puso colofón a estas jornadas.
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