Inicio de los Seglares Claretianos en San Petersburgo (Rusia)

Desde la Región Norte de España nos comunican con gran alegría que en San Petersburgo (Rusia), hay un par de personas interesadas en pertenecer al Movimiento de Seglares Claretianos. El deseo es que vayan creciendo en número para poder llegar a formar un grupo.

Juan Lozano, cmf ha sido el asesor de la Región Norte de España durante 5 años y él mismo perteneció al Movimiento antes de hacerse Misionero Claretiano. En Junio de 2013 fue destinado a San Petersburgo. Al despedirse del Consejo Regional, uno de sus anhelos era poder hacer surgir en Rusia el Movimiento de Seglares Claretianos. 

En San Petersburgo los Misioneros Claretianos no tienen parroquia propia, pero Juan celebra todos los sábados una eucaristía en castellano y tras ella permanece un rato en los locales de la iglesia conviviendo y tomando algo con los que participan. Su estilo ha agradado y ha ido surgiendo un grupito de personas que siente cierta sintonía con la identidad claretiana que él transmite. En concreto, las más interesadas son dos mujeres, madre e hija, Tatiana y Ksenia,  que hablan bastante bien castellano

Al irse interesando por el carisma claretiano, Juan les ha hablado de los Seglares Claretianos. Les ha contado en qué consiste y cómo se organiza el Movimiento. También les ha proporcionando material sobre Claret para leer. A ellas les ha gustado y ahora están empezando a leer el Comentario al Ideario del P. Antonio Vidales. En breve mandarán una carta al Consejo Regional pidiendo el discernimiento al Movimiento de Seglares Claretianos, acompañadas de Juan. También han manifestado que en un futuro les gustaría venir a España a algún encuentro regional para conocer a los grupos y ver si realmente se sienten identificadas con la realidad concreta encarnada en las comunidades existentes. De momento ellas transmiten gran ilusión y ganas por profundizar en el carisma claretiano y contagiarlo a más gente.

Que el Espíritu siga animando y velando para que se fortalezca esta misión claretiana en Rusia. Se lo encomendamos al Corazón de María.