El Gobierno español otorgó el 27 de mayo la Medalla de Honor de la Emigración a la Misión Católica Española en París y a la Colonia Española de Béziers, en un reconocimiento que hizo extensivo al conjunto de la comunidad española que habita y ha habitado en Francia.
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, fue la encargada de entregar esos galardones en la embajada de España en la capital francesa, donde reconoció el esfuerzo de esas dos instituciones, fundadas respectivamente en 1913 y en 1889.
La representante española alabó su esfuerzo en favor de aquellos que "abandonaron sus casas para emprender un destino muchas veces incierto", y su trabajo para fomentar su integración.
La Misión Católica Española, que acaba de celebrar sus 100 años de existencia, va de la mano de la llegada a la capital parisina de los Misioneros Claretianos y se ocupó desde el principio de atender a los recién llegados, acompañarles en trámites administrativos, ofrecerles cursos de alfabetización en francés y castellano o asistir a los enfermos.
"Hicimos lo que teníamos que hacer", destacó al recibir la Medalla de Oro el padre Luis Ángel de las Heras, superior provincial de los misioneros Claretianos de Santiago, quien vio en esa distinción un homenaje a toda la gente que ha pasado por su misión, claretianos. laicos y voluntarios que siguen día a día acogiendo a españoles y latinoamericanos que llegan a París.
La ministra agradeció que hayan "contribuido a hacer grande Francia" y que desde lejos esa emigración haya hecho posible que "España avance", y reconoció como "fruto de la normalidad y éxito de la integración" que el primer ministro, Manuel Valls, y la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo, sean descendientes de españoles.
"El Gobierno seguirá estando a vuestro lado", destacó Báñez en un discurso en el que, tras admitir que la crisis ha provocado que muchos jóvenes han abandonado España, recalcó que el Ejecutivo "trabaja para que todo el talento huido por la crisis vuelva cuanto antes"
A continuación les ofrecemos un video con las palabras pronunciadas por el P. Luis Ángel de las Heras, Superior Provincial de los Claretianos de la Provincia de Santiago, en el momento de la recepción de la medalla. Le acomapañaba toda la comunidad claretiana de París.
¡FELICIDADES HERMANOS!
Gracias por vuestro testimonio, siempre ejemplo para los Seglares Claretianos.
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